lunes, 8 de octubre de 2018

Actividades Complementarias, Pulso al Fracaso

Para la entrada de hoy, hemos visto en clase el documental Un Pulso al Fracaso, que cuenta el día a día en un centro dirigido por la Fundación Tomillo con alumnos calificados como malos estudiantes, en su mayoría con problemas familiares o situaciones con riesgo de exclusión. Este centro, tiene como objetivo dar una segunda oportunidad a estos estos estudiantes que han fracasado con el sistema escolar usual, canalizando sus aptitudes a través de talleres y la situación personal por encima de cualquier temario.


En concreto, en mi caso vamos a hablar de una de las funciones docentes recogidas por la LOE y la LOMCE en el artículo 91, la promoción, organización y participación en las actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas por los centros.

Precisamente, por la idea fundamental del centro, donde el individuo importa más que el centro, si he podido comprobar que se da una relevancia mayor a actividades complementarias, como excursiones, talleres, charlas, etc. donde poder escuchar a los chicos y mejorar la convivencia en el centro y en el barrio.

Considero que estas actividades complementarias son imprescindibles para la formación del alumno, pues son las que puedan tratar más ese currículo oculto tan misterioso y tan necesario, que ayudan a los jóvenes a desarrollarse como personas. Sin ellas, podríamos correr el riesgo de convertirnos en una escuela robótica, donde cada profesor imparte su temario (mejor o peor) o trata con los alumnos pero sin preocuparse de ellos como personas o como grupo, lo cual sí sería un verdadero fracaso.

La entrada de hoy es más corta, lo sé. Pero si os habéis quedado con ganas el documental es cerca de una hora.

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