jueves, 1 de noviembre de 2018

La Educación del Futuro

La idea era hablar de la educación en el 2030. Me parece curioso que una de las primeras ideas que podrían surgir sea esta:
Nos jubilamos chicos.
Este el titular de este artículo. Y como buen titular, no es completamente certero, si no que se refiere a la introducción de robots en las escuelas como recursos para el profesor.

Para ser justos, quizás es que no sea tan tan optimista en el desarrollo científico a tan corto plazo, pero en mi opinión 2030 está demasiado cerca como para que vaya a haber cambios sustanciales en estos 12 años. Y con lo que tardamos en modificar leyes educativas, buscar consenso; y aplicarlas, más aún.

Para 2030 seguramente la educación habitual sea la que nos parece "innovadora" ahora mismo. Cada alumno tendrá una tablet o portátil particular, cada profesor su blog, las clases serán en vídeos o power points y con actividades a realizar de forma cooperativa y un kahoot. Sacar a un alumno a la calle si que sería una verdadera innovación.

Entonces permitidme que me adentre un poco más allá y hablemos de una educación del Futuro para el mundo del Futuro, que puede ser en 2050 o quizás en 2150. La Educación será cada vez más tecnológica, lo cual necesariamente incrementará las horas de docencia destinadas a ciencias y tecnología. Deberemos enfrentarnos a un primer debate entonces: si aumentar los años de escolarización o reducir la carga de otras asignaturas, os dejo el debate pero no os pongáis muy filósofos, por si acaso.


La tecnología no será siempre negativa y llevará cada vez más a escuelas repletas de instrumentos de última generación que nos permitirán hacer las clases más dinámicas: impresoras 3D, simuladores virtuales, videojuegos educativos que no parezcan 30 años anteriores a los lúdicos, etc. La labor del docente queda cada vez más restringida a un seguimiento del desarrollo de los alumnos y no tanto al impartir los conocimientos (de eso ya se encarga Internet), lo cual permitiría reforzar la formación pedagógica del docente, que se centrará más en la educación emocional que en la didáctica de la materia. Esto debería ayudar al profesor para generar un mejor clima.

Pero a pesar de ello, yo voy a hacer un llamamiento a la antitecnología. Me parece que hoy en día un adolescente puede pasar todo el día con su móvil que deberíamos facilitarle un espacio donde poder desprenderse de él. Vamos a innovar, a dinamizar, a crear contextos educativos donde el alumno pueda aprender sin necesidad de tener que relacionarse con la tecnología al menos por un rato al día, pues su día a día ya va a ser en general un paseo entre pantalla y pantalla.

Usar el móvil para mejorar la motivación del alumno puede ser una buena idea, imagínate motivarle para que reconozca el mundo real.

1 comentario: