Hoy en clase hemos planteado cuales son algunos de los conflictos que pueden ocurrir en las aulas o el centro y que podemos hacer para evitarlos.
Como futuro profesor, la verdad es que tengo verdadero vértigo (si no es miedo) a las peleas (no necesariamente físicas) que se puedan producir en el grupo. No me parece un tema sencillo y por experiencia propia he visto veces donde la actuación del tutor no ha conseguido el resultado deseado.
Yo creo que en este caso es realmente importante dedicar el tiempo necesario para resolver el problema. Parar el conflicto para continuar con la clase está muy alejado de resolverlo y ahí es donde hay que hacer verdadero hincapié.
En este caso, yo creo que la solución más oportuna sería aprovechar los ratos libres (seguramente un recreo o extraerles de una hora de otra clase; que se pierdan una hora no me parece tan grave dada la situación) para analizar a fondo el conflicto: cómo ha surgido, que piensan las partes afectadas, etc. y mediar entre ellos para llegar a una conclusión que ellos pacten. Destacaría la perspectiva de dejar hacer, puede que la conclusión (siempre basada en el respeto y el pacifismo) no me parezca la adecuada, pero tiene que ser la correcta si ellos así la deciden. La solución tiene que salir de ellos y para ellos, eso fomentará su espíritu crítico y sus propias normas de convivencia.
Y si no funciona, siempre se pueden hacer apuestas.
Por cierto, 20 entradas, ya tengo un blog aprobado.
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