Tengo aún pendiente encontrar algo de tiempo para ver La Educación Prohibida (de verdad) pero de momento me conformaré con ir haciendo alguna actividad más de clase antes de sea demasiado tarde.
Hoy quería hablaros de la cultura del esfuerzo, que fue el tema que estuve comentando con mis compañeros. En concreto, a nuestro grupo se nos planteó el aspecto a mejorar de la educación española a través de incentivar la cultura del esfuerzo y el afán de superarse. Para ello, partíamos de un pequeño reportaje de la vida estudiantil en Corea del Sur, uno de los "referentes" educativos mundiales gracias a sus resultados en informes como por ejemplo el Informe PISA.
Como no me quiero extender con ideas que no me pertenecen (y además el artículo tampoco es tan largo como para haceros un resumen, seguro que no os cuesta leerlo, y merece la pena) os dejo el artículo aquí.
De este artículo ya podría pronunciarme sobre un par de ideas. Para empezar, que sigamos tratando a Corea del Sur de referente mundial en la educación demuestra ya a mi parecer graves síntomas en el sistema educativo occidental, y por ende en España nos acercaría más al que a mi me parece un infierno educativo con mayúsculas. Mientras que países como Reino Unido ya han rechazado seguir consejos acerca del informe PISA (quizás no les gustó el resultado o dieron con otras fórmulas, habría que estudiarse) parece que podríamos estar dispuestos a sucumbir en una forma de aprendizaje donde el único valor que le demos sean los resultados.
Afortunadamente, he de decir que no creo que aquí lleguemos a estar a una situación tan crítica como la que plantea Corea (excelentes resultados a base de privación de la infancia, focalizar la vida en el estudio hasta horas de madrugada y presionar a los estudiantes hasta límites de suicidio), si me parece que este país asiático ya presenta rasgos de lo que podría ser una distopía educativa si mantenemos una idea de "cultura del esfuerzo" que se basa en la competitividad por alcanzar los mejores resultados, con una consecuente comercialización de la educación al prosperar las academias y escuelas que se hacen necesarias para obtener este primer puesto.
¿Es innecesaria entonces una cultura del esfuerzo? Todo lo contrario, es más necesaria que nunca, pero hemos de centrarnos en un esfuerzo colectivo y centrado en mejorar todas las capacidades intelectuales.
Es decir, enseñemos a nuestros alumnos un afán de superarse, sí, pero como grupo en la clase, potenciando no solo sus resultados académicos sino también sus formas de relacionarse con sus compañeros, consigo mismos y con el entorno, dándoles el tiempo necesario para asimilar los conceptos fundamentales de trabajo en grupo y sociabilidad, además de permitirles tiempo para conocerse a sí mismos, desarrollar capacidades artísticas (que ojalá en el currículo) y/o hacer ejercicio. Pues todos estos aspectos les serán mucho más necesarios para una vida adulta y real.
No queramos ser los mejores, queramos llegar más lejos.
Que entrada más comunista me ha quedado.
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